El delantero brasileño firmó hoy su contrato y se convirtió en el nuevo refuerzo del San Pablo. El Emperador llega a préstamo desde Inter para disputar la Copa Libertadores del año que viene.
SU NUEVA CASA. Adriano en el Morumbí. (EFE) |
"Adriano nos dijo que su única preocupación es volver a jugar al fútbol, que no le importa el número de la camiseta, pero nos pareció interesante que continuara con el mismo que usaba en Inter", afirmó Juvenal Juvencio, presidente del San Pablo.
El atacante actuará hasta junio en San Pablo, último campeón brasileño, cuyos directivos se fijaron como prioridad para la temporada 2008 conquistar la Copa Libertadores de América. El contrato vence formalmente el 30 de junio, pero la final de la Libertadores está prevista para el 2 de julio. Joao Paulo de Jesus Lopes, asesor de la presidencia de Sao Paulo, dijo hoy que hay un acuerdo con Inter para que, si el equipo llega a la final, el Emperador pueda ser de la partida.
El ex atacante del seleccionado brasileño, además de entrenarse para recuperar su estado físico, se somete a un tratamiento de recuperación psicológica para superar problemas de alcoholismo.
Con 96 kilogramos, tres menos de lo que pesaba al dejar Italia, Adriano dijo que desde que llegó a Brasil se siente "muy bien" y confesó que es una persona "a la que le gusta reír". También mostró su esperanza de poder volver a ser integrante del seleccionado de su país.
artigo original: www.ole.clarin.com.
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